1. Un residuo común… y peligroso
Cada año se generan millones de neumáticos fuera de uso (NFU) en España. Estos residuos no pueden eliminarse como la basura convencional porque su descomposición tarda más de 1.000 años y pueden provocar incendios, contaminación del suelo y proliferación de plagas si no se gestionan correctamente.
2. ¿Dónde deben depositarse?
Los neumáticos usados deben entregarse en puntos autorizados de recogida o centros de gestión especializados. También es habitual que los talleres y tiendas de neumáticos gestionen directamente los NFU cuando se realiza el cambio por uno nuevo. Dejar un neumático abandonado o tirarlo en lugares no habilitados es ilegal y perjudica gravemente al entorno.
3. El proceso de reciclaje
Una vez recogidos, los neumáticos pasan por un proceso de clasificación, corte, trituración y separación de componentes (caucho, acero y fibras textiles). El caucho triturado se utiliza para fabricar pavimentos deportivos, césped artificial, suelos para parques infantiles, asfalto o incluso nuevos productos industriales. El acero se recicla y se reintegra en la industria metalúrgica.
4. Reutilización y segunda vida
En algunos casos, los neumáticos en buen estado pueden recauchutar y volver a utilizarse, especialmente en vehículos industriales. Esta práctica alarga la vida útil del producto y reduce la necesidad de fabricar neumáticos nuevos, disminuyendo la huella ambiental del sector del transporte.
5. Beneficios de reciclar neumáticos
El reciclaje de neumáticos reduce el volumen de residuos en vertederos, previene riesgos sanitarios, evita incendios y contribuye a la economía circular. Además, disminuye el consumo de energía y materias primas necesarias para fabricar caucho desde cero. Se trata de un recurso altamente reutilizable que, bien gestionado, genera empleo y valor añadido.
6. El papel de los ciudadanos y empresas
Tanto ciudadanos como empresas deben ser conscientes de su responsabilidad en la correcta gestión de los NFU. Llevar los neumáticos usados a puntos limpios, exigir a los talleres su recogida legal y apostar por productos reciclados son acciones concretas que marcan la diferencia en la sostenibilidad del planeta.